Adorar es entregar a Dios nuestra propia inteligencia, que se rinde ante Él, y todo nuestro amor, que siente que arde en Él.
¿La adoración es sólo para los buenos?
La adoración es el acto propio del cielo, y por lo tanto es lo propio de los buenos, como leemos en el libro de los Salmos: «¡Alegraos en Yahveh, oh justos, exultad, gritad de gozo, todos los de recto corazón!» (Salmo 32,11).
Ahora bien, esta adoración celestial es perfecta, continua e irreversible. Por contraste, las experiencias de adoración que tenemos en la tierra son imperfectas, temporales y no definitivas.
Esto quiere decir que las experiencias, más o menos intensas, de adoración que Dios nos regala en esta vida mortal no son todavía el "premio", sino una manera de invitarnos a crecer en fervor, obediencia y confianza hacia Él, que es la fuente de todo bien. Esta invitación Dios la concede no sólo a los que ya son "buenos", sino muchas veces también a los "malos", precisamente para atraerlos hacia su dulzura.
¿Cómo entrar en adoración?
Propiamente la adoración es una gracia, un regalo del que nosotros no podemos adueñarnos ni podemos planificar completamente.
Pero sí hay mucho que podemos hacer.
Actos de adoración
El deseo crece si nuestra atención se concentra en las bondades de Dios, en los bienes que nos ha dado y los males de los que nos ha librado. En este punto nos ayudan extraordinariamente muchos salmos y también los buenos libros de devoción.
Incluso frases sencillas pueden hacernos mucho bien: «Dios mío, te amo»; «Señor, te adoro con todo mi corazón»; «Que todos te conozcan y todos te amen, Señor»; y muchas más.
Uso de la música
No hay duda del papel positivo que la música puede cumplir en la unificación de nuestro ánimo y de nuestros afectos, y en la experiencia de la armonía que Dios viene a crear en el alma.
Ya se trate del canto gregoriano, de las sencillas melodías carismáticas o de algunos devotos cantos populares, la música es un instrumento que no debe ser despreciado.
Sin embargo, no hay que sobrevalorar lo musical, ni convertirlo en un requisito para tener una buena experiencia religiosa. Y sobre todo hay que cuidarse de idolatrar a quienes tienen dones especiales para este ministerio. La Adoracion es muy importante por medio de la adoracion estamos conectados al corazon del padre.
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