DIOS TOMO MUY EN SERIO TU ORACION.

¿Te acuerdas cuando le pediste a Dios que tomara el control total de tu vida?...

¿Te acuerdas cuando oraste pidiéndole que cumpliera sus propósitos eternos en ti?...

¿Te acuerdas cuando te pusiste bajo sus órdenes incondicionales para trabajar en su viña?...

Dios tomó muy en serio tu oración.

Fue así que comenzó a quitar de tus caminos todos los estorbos que impedían el cumplimiento de sus propósitos en tu vida...

Fue así que comenzó a conducirte por sendas que tu jamás imaginaste transitar...Fue así que te estableció en lugares donde jamás imaginaste llegar.Fue así que permitió que te sucedieran todas estas cosas que precisamente ahora, este día, vives...Es cierto, hay muchas cosas que ahora no comprendes, y las cuestionas de día y de noche, pero has de tener la plena certeza que tu vida entera se está amoldando HOY a los propósitos eternos de Dios.

No te olvides que todo proceso o transición es muchas veces incomprensible.

POR ESO...

Aunque sientas que vas en medio de tempestades oscuras o áridos desiertos, Dios te lleva a puerto seguro. No lo dudes ni un instante.

Aunque veas que por todos lados hay “puertas cerradas” y no tienes opciones para pasar a través de ellas, Dios te las abrirá en su momento. Aunque sientas que tu clamor no es escuchado, y como respuesta las cosas se complican aun mas, entiende ahora que de la manera que menos lo imaginas veras soluciones increíbles.

Todo está precisamente ahora, bajo el control total de Dios.

Nada impedirá que sus propósitos eternos se cumplan en ti, aunque ahora todo lo veas totalmente al revés. Dios te lo dice:

Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano libre. Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará?

Isaías 43:13

No te desanimes...   No te desesperes...   No tomes decisiones precipitadas. En medio de todo, Dios sabe cómo lleva tu vida. Es por eso que ahora mismo te lo dice:

Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo...   y Formador tuyo...

No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.

Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.

Isaías 43: 1-2